FABIANA
BARREDA
Agosto 2013
El
Tao de la Pintura
"Las pinceladas son como el
luminoso rocío en un Jardín Zen"
Eiko, la del cabello de noche.
En esta exhibición, la artista retoma la
tradición de la pintura metafísica de Giorgio Morandi y Alfredo Hlito. Las
obras de Inés González Fraga se inscriben en la belleza plástica de
una contemplación suspendida en el tiempo, donde el cuadro es territorio de
silencio y espacio vibratorio.
Su
proyecto se despliega en una breve retrospectiva. Un recorrido por donde los
paisajes internos y las fábulas de los bestiarios peregrinan hacia el centro de
la obra.
Tres
ciclos de obra, tres atmósferas. Tres universos
se manifiestan en este itinerario.
Los
Paisajes Urbanos, gris piedra construyen ciudades y pasadizos misteriosos.
Territorios de memoria borgianos, arquitecturas de granito, que se diluyen en
la mínima expresión sensible del horizonte y su infinito.
Los
Retratos con alegorías de miradas de Spilimbergo, Berni y Garabito, se suman a
esta red de sentido histórico. Los cuerpos pintados por la artista aparecen
sensuales y los rostros son etéreos, las pinturas cobran un relato ascendente
de lo carnal a lo inmaterial.
Los
Animales son presencias, formas sensuales de la naturaleza, que suspendidos en
el espacio se deslizan oníricamente. Enigmáticos encarnan la representación de
la fuerza salvaje del alma.
Todas
las obras poseen una carga psicológica, en la muestra esa fuerza se va
concentrando en el viaje por el tiempo de las obras, en el recorrido, en la
contemplación introspectiva, en la transmutación espiritual del espectador por
el mágico Tao de la Pintura.
Fabiana Barreda